Suelo de vinilo antideslizante para múltiples aplicaciones como suelo para almacenes, talleres, parkings, vehículos, camiones, ascensores, rampas de comercios, gimnasios, etc.
Una de las características de los suelos de rayas o de topos es su propiedad antideslizante gracias a su fabricación en P.V.C que destaca por su resistencia a agentes externos, su alta durabilidad y resistencia. Este material certifica la máxima seguridad y protección para cualquier lugar.
Nuestros suelos de vinilo son de muy fácil limpieza y colocación.
Instalación:
Se instala sobre superficies planas y niveladas. Si hay alguna baldosa o lama en mal estado, lo ideal es restaurar antes de pasar a colocar un suelo vinílico.
Lo primero que debemos hacer es limpiar bien la superficie con aspiradora y fregona. Si es posible, vaciar la estancia de muebles.
Si queremos que el suelo nos quede fijado, utilizar cola vinílica diluida en agua y extender una capa mediante brocha plana y ancha en nuestro suelo. Poco a poco extender el suelo vinílico sobre la cola e ir empujando el rollo con una placa forrada con textil para evitar posibles arañazos. La cola no es imprescindible, podemos poner el suelo de P.V.C sin cola.
Una vez en el al borde de la pared o del mobiliario, cortar con un cúter profesional y una regla para que los cortes sean perfectos y rectos.